trabajamos por ti

hoy he bajado al centro con mi madre y seguro que ya sabéis a qué... a hacer compras y más compras y más compras... comida, regalos y complementos para regalos... regalos por compromiso, por obligación, por gula consumista... y uno (uno!) por necesidad (bueno, más o menos), en fin, el caso es que a pesar de la gente (taaaanta gente), del frío y del cansancio, no ha sido tan horrible como pensaba, por un par de cosas...

para empezar en un puesto de los jipis he visto a una perroflauta... que estaba buena! y diréis, pues qué tontería, no? pero es que una que no tiene mucho mundo, siempre había visto perrosflauta con dientes amarillos, pelo guarrete, algo gordas o yonki-talla32, pero esta estaba muy buena y era perroflauta de verdad, eh? nada de punki del bershka... el caso es que me he acordado de esa peli de ariadna gil y coque malla, en la que ariadna gil hace de flyera (o algo así) y coque malla y sus amigos la llamaban la guarra (o algo así)... y yo vi esa peli como hace mil años y no me acuerdo si el rollo de ariadna gil era perroflautil (o no), pero de lo que sí me acuerdo es de que ariadna gil me ponía... y esta tía también

seguimos por los jipis y en otro puesto un tío saluda muy efusivamente a mi madre... bufanda y gorro de colores, ojillos colocados, dientes escasos... y dice ser amigo de mi tío... mientras conversa con mi madre (que luego me confesó que no tenía ni idea quién era) yo le miro fascinada, riéndome porque no me puedo creer que ese jipi sea amigo del hijoputa de mi tío, un nuevo rico facha clasista de mierda (y paso de decir nada más, que me cabreo)... en fin, el caso es que me ve riéndome y mirándole y me dice... qué pasa, campeón! y yo flipo, porque vale que entre unas y otras me han cortado bastante el pelo y vale que la pelliza que heredé de cuando mi padre aún tenía pelo me queda un poco grande, pero de ahí a parecer un tío... y ni siquiera un tío, un crío de no más de 13 años (porque ese campeón no vale para edades superiores)... de todas formas el campeón no me molestó en absoluto, hacía años que no me confundían con un tío y me hizo gracia recordar otros tiempos...

y en esas cosillas iba pensando al volver a casa mientras mi madre me contaba que no sabía que comprar a mi abuela y nosequé más, cuando al pasar por el centro centro (donde no hay jipis) empiezo a oír un sonido muy molesto como de radio mal sintonizada... al fijarme más puedo distinguir de fondo un villancico... pero no un villancico cualquiera, no... un villancico tecno!! horrorizada ante tal descubrimiento, miro a un lado y a otro en busca de la fuente de tamaña tortura... no es ninguna tienda, nadie a mi alrededor con una radio, ningún espectáculo cutre-callejero pagado por el ayuntamiento (solo ellos podían ser tan crueles), nada... miro al cielo, clamando respuestas y allí encuentro (como siempre, ya sabéis) la solución... y es que se ve, que desde que han clausurado el infierno el mal está por todas partes, incluso en el cielo, porque allí estaba, al lado de las estrellas (las de las luces de navidad, digo) el atavoz culpable, vomitando impúdicamente ese ruido infernal, causante de dolores de cabeza infinitos, creador de locos instantáneos e inductor de suicidios y/o asesinatos masivos... y, sí, pagado por el ayuntamiento